Yo con 19 años y mi esposo con 23, él trabajando y yo estudiando, no podíamos darnos el lujo de tener ayuda en la casa. El orden y el aseo no fueron problema. Era feliz jugando a la casa de muñecas, teniendo todo lindo y esperando a que llegara mi joven esposo. El problema era la cocinada. Ni un huevo frito sabía hacer. Lo mío era arroz blanco y mesa linda. Lo demás tenía que ser fácil, muy fácil.
Todo empezó cuando a los 19 años me casé y dejé mi querida Medellín, mis papas, hermanos y amigos de infancia para empezar la nueva vida al lado de mi esposo.
Nos instalamos en Bucaramanga, ciudad intermedia en Colombia. Yo encargada de la casa y Eduardo mi esposo recién graduado de la universidad, estrenando trabajo.
Encargada de la casa es un decir. En la vida había hecho nada relacionado a esto. Fui criada en una familia en donde tuvimos siempre dos empleadas, una casa linda en donde todo funcionaba perfecto. Afortunadamente mi mamá, a pesar de ser criada ella también con todas las comodidades, tuvo la costumbre que en caso de faltar una empleada o las dos, repartía el trabajo de la casa entre los 5 hijos. Así que mis 4 hermanos y yo crecimos sabiendo que las cosas no se limpiaban solas y que la comida había que hacerla para que llegara a la mesa.
En esos esporádicos momentos cuando no teníamos ayuda en la casa materna, aprendí dos cosas que sin querer me marcaron en mi vida pues desde entonces me acompañan siempre. Hacer arroz blanco y poner la mesa.
Yo con 19 años y mi esposo con 23, él trabajando y yo estudiando, no podíamos darnos el lujo de tener ayuda en la casa. El orden y el aseo no fueron problema. Era feliz jugando a la casa de muñecas, teniendo todo lindo y esperando a que llegara mi joven esposo. El problema era la cocinada. Ni un huevo frito sabía hacer. Lo mío era arroz blanco y mesa linda. Lo demás tenía que ser fácil, muy fácil.
Así empezaron entonces las aventuras de una recién casada y sus primeras aproximaciones a la cocina.
2 pocillos de arroz
4.5 pocillos de agua
2 cucharaditas de sal
1 pedazo de mantequilla
3 cucharaditas de postre de aceite
El jugo de un limón
Un poco de zanahoria rallada
Una cebolla larga (parte blanca y verde)
PREPARACION
En una olla ojalá más ancha que alta poner todos los ingredientes menos el arroz. Cuando el agua con todos los ingredientes hierve, mezclar el arroz, revolver con una cuchara de madera y dejar así a fuego medio hasta que seque el agua. Cuando el agua está casi seca aparecerán unos pequeños huecos en el arroz. En ese momento bajar el fuego a lo más mínimo, tapar la olla y esperar de 30 a 40 minutos, revolver con un tenedor y servir.
Como debe quedar? Blanco, seco, esponjoso y suelto.
La cocina y hasta esta simple receta de arroz blanco, no es una ciencia exacta. Se trata de quitarle el miedo, de enfrentarse y empezar.
1 comment
Tan hermosa Beatriz. Soy de Bucaramanga, vivo ahora en Medellín y estoy feliz de conocer tu página y tu blog. Gracias por enseñarnos a las esposas jóvenes el arte de servir la mesa❤️