Ay, ay, ay ay. Escribir sobre esta receta si que me llena de nostalgia. Esta pasta nos sacó de muchos líos, especialmente durante los primeros años de nuestra vida en Indianápolis. La hacíamos para nosotros, para invitaciones, con todos los tipos de pasta y especialmente con tortelinis que eran los favoritos de nuestros hijos cuando viviamos allá.
Si no te interesa toda esta historia, simplemente baja a la parte de ingredientes y preparación. Pero si quieres saber más sobre nuestra vida afuera, aquí sigue la continuación.
Ibamos en que llegamos a Indianapolis con la familia, la mudanza, un ejecutivo tan ocupado como considerado, tres chiquitos y yo…cuatro mudos. #LosHijitosCasaTiz tenían en ese entonces 6 meses, dos y cuatro años y ni ellos ni yo hablábamos Inglés.
La casa ya estaba organizada, el marido en su trabajo y el resto juntos como si fuéramos uno.
Los días pasaban entre exploradas en todo sentido.
Pasé a ser mamá 24/7. Además de chofer, la que cocina, la que limpia, la que juega, la que lleva, la que trae. Esta parte realmente la disfrutaba. Siempre quise ser mamá y ahora tenía la oportunidad de dedicarme a mis hijos. Mientras estuviéramos todos aliviados era una delicia y con respecto al trabajo de la casa…me sentía un poco como en un cuento de hadas jugando a la casita. Igual, todo esto iba a ser temporal y volveríamos a Colombia en un par de años así que a aprovechar!
Una de las dificultades mayores fue dejar a nuestra hija mayor en el colegio. Yo no decía ni muu en Inglés. O bueno, si decía “hola”, “soy la mamá”, “ella es mi hija”, “soy de Colombia” y “bye”…ni me llamen, ni me busquen pues no voy a entender ni un pito!
Dios. Que difícil fue porque cuando uno deja por primera vez a sus hijos en el colegio dice tantas cosas! Lo que les gusta, lo que no les gusta, lo que saben, lo que no saben. Y en este caso era solo dejarla, sonreír, seguir sonriendo, mirarla hasta que no la veía más y aguantar las arrugas en el corazón esperando a que pasara un buen día, que hiciera amiguitos, que aprendiera rápido ingles. Y allá íbamos los tres niños y yo, con gorros, guantes, botas, bufandas, cobijas, cada mañana a dejarla a ella en su colegio y verla entrar con esa carita y esos ojitos…
Desarrollamos técnicas para todo. Para el baño por ejemplo era un asunto de barra. Todos a la ducha al mismo tiempo. Si #DonCasaTiz estaba, se los iba pasando uno a uno y el los bañaba y me los iba devolviendo para el secado y polichado. Toda una linea de producción expuesta a su máxima potencia. Si #DonCasaTiz no estaba, nos metiamos los cuatro a la ducha, en donde había más juguetes que cualquier otra cosa. Uno a uno iban quedando limpios y se ponían a jugar debajo del agua hasta que todos quedaramos listos.
De allí en fila india a vestirnos. La pinta de todos estaba lista esperándonos en el vestier y de allí a la guerra! Al mundo real, a subir a todos a sus sillas de carro, a dejar a #LaSeñoritaCasaTiz al colegio y de allí con los dos que me quedaban a pasar el resto del dia.
Para facilitar el tema de lavada de dientes y organizada de ese mini zapaterio, chaquetas, guantes, gorros y demás, nos organizamos en dos estaciones. En el baño social, el único que quedaba en la planta baja de nuestra casa, teníamos cepillos de dientes, pañales, pañitos y todo lo del aseo personal propio de dos niños pequeños. En la parte de arriba teníamos una estación igual. La cocina era grande así que cabía perfectamente un “corral”de aquellos que se usaban en la época, para poner al más chuiquito mientras yo hacía todo lo que tenía que hacer (léase todo lo de la casa) y en donde terminaban a veces los tres metidos jugando o peleando.
Era relativamente fácil mantener la casa limpia. Tanto #DonCasaTiz como yo somos organizados. De manera que manteníamos todo aparentemente limpio y en orden. Camas tendidas, cocina limpia, las toneladas de correo que llegaban en ese enontonces…a la basura y todo lo que tenía que ver con juguetes de los niños lo manteníamos en el sótano de la casa en donde nadie entraba sino a jugar.
Me sigue dando entre risa y algo de desespero cuando me acuerdo de esa frase tan común de “lo bueno es que las casas gringas no se ensucian”. Se ensucian y mucho!
Una de las anécdotas sobre este tema tiene que ver con #DonCasaTiz. Después de varias semanas de estar instalados en nuestra casa, conversando sobre todo este proceso de adaptación, me dice “Tiz, algo raro le están pasando a los baños. Les está saliendo un circulo negro alrededor del agua del sanitario”. Yo casi me destornillo de la risa. Le expliqué que eso era falta de uso y de lavado! El no tenía ni idea que en Colombia nos lavaban los baños todos los dias de nuestra vida y por eso siempre olían a limpio y por eso él no conocía ese círculo.
En fin, poco a poco nos ibamos adaptando a la nueva realidad, entre todos hacíamos lo mejor que podíamos y eramos muy felices aunque nos acostaramos rendidos.
Los días pasaban y entre manejadas, cocinadas, arreglada de casa, clases de inglés, peliculas de Barney con las cuales aprendíamos todos inglés, amigos nuevos, caminadas por el barrio sonriendole a todo el que veía, mil metidas de pata y diligencias mal hechas tratando de practicar inglés.
Por ejemplo cambié de compañia de telefono, sin querer, muchísimas veces pues mi profesora de inglés me mandó a empezar a contestar el teléfono y defenderme con lo que iba aprendiendo en sus clases. Sonaba el aparto, yo me daba la bendición y soltaba mi mejor “bello“. Ahí empezaba una conversa de ” yes, ok, yes, colombia, ok, sounds good” y PUM! Una cuenta nueva de una compañia nueva llegaba ante los ojos aterrados de #DonCasaTiz que al principio no entendía que pasaba y cuando vio que todo era por mi culpa, y entre ataques de risa, me suplicó no contestar el teléfono hasta nueva orden pues ya no daba más abasto tratando de solucionar todos los rollos en los que yo nos metía por practicar inglés.
Gracias a Dios no estaba el día que me dio por llamar a Goodwill, una empresa que recibe donaciones, y a la cual yo realmente quería DONAR pero acabe, después de una larga conversación por teléfono en la que yo sentí que practiqué un montón de inglés y que colgué super orgullosa de mi misma, RECIBIENDO…Todo fue resuelto y nada grave pasó.
La palabra supervivencia es de las primeras que se me viene a la cabeza cuando pienso en esos años. Y todo lo hicimos y todos salimos adelante. Siempre pienso que buena parte de mi carácter lo formó el hecho de casarme tan joven y salir de mi casa a empezar nuestra vida en Bucaramanga. Otra buena parte se la debo a estos años de lo que yo llamo mi expatriada vida. Entre un aprendizaje y otro seguro quedaron y quedaran tanto aprendizajes como traumas…
Con nuestra hija por ejemplo exploté un día que no se quería quedar en el colegio pues extrañaba a sus amigos y familia de Colombia. Sólo había pasado un mes desde nuestra llegada a Indianapolis y, estando los niños y yo en el carro, listos para bajarnos y acompañarla a su salón de kínder, me dijo “yo no quiero ir a este colegio. Papá y tu nos dijeron que veníamos a vivir aquí por un tiempo y ya han pasado muchos años”… A lo que yo respondí con un ataque de llanto! Yo, una vieja de 27 años, explotando ante una niña de 4, y entre llanto y llanto me acuerdo perfectamente que le decía: “tu por lo menos tienes a tus papas y a tus hermanos a tu lado!, y vienes al colegio a aprender y a hacer amigos!. En cambio yo estoy solita, no hablo inglés, no se cocinar, no se barrer, no se planchar, extraño a mi mamáaaaaa”.
Dios, que locura! Desde ese entonces nunca se volvió a quejar y yo nunca volví a explotar. Las dos nos acordamos, hasta hoy, de ese momento.
Con nuestro hijo del medio, el que está de cumpleaños hoy, que lloró literalmente 1 año entero, y después de asegurarnos que todo estaba bien con el, tuvimos que asignarle un lugar para que llorara tranquilamente. De tal manera que el, a sus 2 añitos, empezaba a llorar, iba por su cobijita y me decía : “me voy a llodaaddd a mi rincón” y cuando ya no quería llorar más, se me acercaba y era pura alegría. Casi me enloquece ese año pero fue la mejor solución. Hasta al Niño Dios le pedíamos todas las noches que lo ayudara a no ser tan “lloddooon”.
Y con nuestro hijo menor…a ese pobre sólo le faltó hacerse su tetero solo pues yo no daba abasto!!! Creo que empezó a tomar leche de chocolate en cajita desde que llegamos, y cuando creció un poquito y ya se paraba en su cuna, le dejábamos el tetero a la mano para que el lo cogiera, se lo tomara y se volviera a dormir sin despertarnos a nosotros. Cuando ya empezó a hablar, y esta rutina del tetero al lado de su cama seguía, el se lo tomaba y gritaba “quedo otro teteeedoooo”.
Fue él quien empezó a pasarse a nuestra cama apenas pudo bajarse solo de su cuna. Siempre llegaba por mi lado, me despertaba suavecito diciéndome “codete“, lo que yo hacia sin chistar. Fueron muchas las mañanas que amanecíamos los 5 en la cama de nosotros, #DonCasaTiz y yo con las cabezas casi que en las mesas de noche, con los tres niños atravesados en la cama en la mitad de nosotros.
Así pues entre todos estos cambios, adaptaciones de todos a todo y entre lentejas, frijoladas, arroces con huevo, carne en polvo, sudaditos de pollo y de carne y muchos platos de pasta carbonara que les dejo aqui pasaron nuestros primeros 7 años en Indianapolis lugar en donde fuimos muy felices, aprendimos muchísimas cosas, conocimos gente hermosa e hicimos grandes amigos.
Ahora si la receta de mi pasta carbonara.
INGREDIENTES
1 lata de crema de leche
1 lata de leche. Es decir, la medida de una lata de leche
5 o más tiras de tocineta cortada en cuadritos pequeños
½ Taza de queso parmesano rallado
500 gr de pasta larga
2 Huevos batidos (opcional)
Agua, sal y pimienta
PREPARACION
Para la Salsa:
1.En una sartén sofreír los pedacitos de tocineta hasta que queden dorados y tan crocantes como te guste. A esta sartén no se le pone aceite ni nada pues la tocineta suelta mucha grasa. Retirar esa grasa y dejar solo la tocineta dorada.
2. Agregar la crema de leche y la leche, revolver todo con el fuego a temperatura media. Agregarle el queso parmesano, revisar sal y pimienta y dejar hasta que espese un poco.
3. Apagar, reservar y a ponernos a hacer la pasta.
Para la Pasta:
Preparar la pasta de la manera que siempre lo haces. en #CasaTiz la hacemos así:
1. Ponemos a hervir una olla alta con bastante agua. Una vez hierve el agua le agregamos sal, pimienta y la pasta. NUNCA ACEITE ni nada más. A veces una hoja de laurel pero NUNCA ACEITE.
2. Revolvemos la pasta y nos quedamos ahí, mirándola fijamente, revolviéndola de vez en cuando y probándola pues nos gusta muy al dente. Se te puede pasar de punto en segundos.
3. Una vez está en el punto que nos gusta le retiramos casi toda el agua. Casi toda. No toda. Ese almidón que queda en el agua es importante para las salsas. De manera que le dejamos a la pasta el equivalente a unas tres cucharadas de agua en la que se cocinó. No mucha más pues se te pone muy aguada la salsa cuando la juntas.
4. Le agregamos la salsa a la pasta, revolveos muy bien y aquí es cuando le ponemos los huevos batidos si es el caso, Revolviendo y sirviendo rápido y sólo por un par de segundos antes de que los huevos queden como huevos revueltos. La mayoría de veces la hacemos sin el huevo. De ambas maneras queda deliciosa!
5. La sirves con queso parmesano, ojalá del fresco recién rallado y listo.
Para cualquier pasta, pero en especial para esta y más si deciden hacerla con huevo como es la receta original, es importantisimo que tanto la pasta como la salsa estén listas al mismo tiempo.
34 comments
Que belleza de relato. Que rico leerte, se siente como estar conversando bueno con una gran amiga. Eres un hit en Instagram y aquí !!!!!
Hola! mil gracias por leerlo y dejar tu comentario tan lindo! Amo este proyecto! Abrazos y gracias
Me la hiciste cuando me operaron del cuello y quedé feliz con mi almuerzo!! Gracias Tiz!
Que rico leerte, sacas sonrisas, melancólicas y hasta se aguan los ojos!! Un abrazo a todos!
Me acuerdo perfecto! Gracias Viru por leerme y dejar tu comentario. Abrazos para todos.
Lloré, reí y me enamoré de este relato, no sólo como lo escribes sino la forma en que conviertes todo lo malo y rutinario que le puede pasar a una mamá en una experiencia de amor y crecimiento en familia…..
Hola! Que rico que te llegó así. Imagínate todo lo que yo sentí al escribirlo! Mucha nostalgia y los mejores recuerdos de esa época. Gracias a Dios salimos adelante! Gracias por leerlo y dejar tu comentario!
Que historia tan linda!! Con algunos detalle me sentí identificada!!😅
Es la pasta favorita de mi hija, ella la hace sin los huevos, le queda deli !!!😋
Un abrazo y me encantan tus historias!!🤗😉👏🏻👏🏻
Muchas gracias!!! Es que esa pasta es deliciosa! nosotros generalmente la hacemos sin huevo también. Abrazos y gracias!!!
Me encantaaaa Divinoooo el relato 💚💙
Muchas gracias por leerlo!!! Abrazos
Que buena historia!
Gracias por leerla! Abrazos
Tu relato me trajo gratos recuerdos . Me parecía verlos a los 4 en sus peripecias para sobrevivir esta cultura nueva. Bellos recuerdos. Gracias por la receta!😘
Tu si sabes! Abrazos y gracias por leerme.
Que buenas historias tenes, entretienen un montón y muestran lo bonito que es la familia. Me siento identificada con muchas cositas.
Feliz noche
Muchas gracias por leerla y dejar tu comentario tan lindo! Abrazos
Mi pasta favorita y como siempre una historia encantadora. Tu forma de registrar la vída cotidiana la transforma en un mágico relato lleno de emociones. Gracias por compartir🥰
Mil gracias Margara! Me encanta saber que melles y lo disfrutas. Un abrazo y gracias!!!
Beatriz
Que bonito relato,
Eres una todo terreno,
La pasta siempre te ha quedado estupenda!
Gracias Mar por leerlo y dejar tu mensaje! Tan guerrera como tu y todas las que hemos vivido historias parecidas. Abrazos
Deli carbonara! Tambien me saca de aprietos pero no le echaba leche lo intentare!
Intentala y me cuentas. Aquí nos encanta así. Abrazos y gracias
Que ternura de historia , casi lloro tambien
Muchas gracias por leerla y dejarme este mensaje. Esos mismos sentimientos despertó en mi. Gracias!
Me encanto la historia Tiz, ahora voy a hacer la pasta para completar el cuento.
saludos
Gracias Mario por leerla y dejar tu comentario. Que te quede deliciosa! Abrazos
Hola Tiz, he reído y llorado con tu relato ! Porfa no dejes de contar tus historias me encanta leerte y cocinar con tu recetas.
Me encantó el relato. Dudo que alguien haya pasado directo a los ingredientes, y si lo hizo pues se pierde de mucho. Saludos
Muchas gracias!!! Saludos para ti también.
Hola, soy nueva seguidora, me llevó de la mano tu relato. Con seguridad la experiencia de muchas. Gracias por la receta, la he querido hacer varias veces y no tenía ni idea, además que das unos tips interesantes.
Me encanta leerte!! Particularmente con esta historia me reí mucho.
Si no sabías cocinar cuando llegaste a Indianápolis, cómo aprendiste?
Hola!!! Gracias por leerla!!! En otras recetas cuento mis inicios en La Cocina…mi batalla con la olla de presión y otras aventuras. Aprendí por física necesidad de alimentar a mis hijos. Abrazos y gracias!
Me fascino tu relato de vida, tu receta y lo parecidas que fueron tus experiencias en U.S.A. a las mías. Te súper admiro pues yo sólo tenía dos niñas de 2 años y 5, y hablaba inglés. Resaltó que esas experiencias sólo se pueden vivir y sobrepasar gracias a la juventud y a las ilusiones con las que hacemos hogar. 👏👏👏👏👏👏👏
Hola!!! Mil gracias por leerlo y por dejar tu mensaje. Yo, al recordar todo esto, no se como sobreviví y como fue tan feliz! jajajaja. La juventud seguro que ayudó un montón. Pero gracias a todo lo vivido es que tenemos la familia que tenemos. Para ti también debió ser difícil la adaptada con tus hijas! Abrazos y gracias