Nos encantan los risottos y en #CasaTiz siempre los servimos acompañados de alguna proteína y MUY al dente! Nos parece un poco hostigante y aburrido comer sólo risotto a no ser que sea de frutos del mar. De manera que servimos un poco del arroz al lado, de un buen pedazo de carne, pollo, pescado o inclusive de albóndigas y nunca queda ni el pegado!
Este plato empezó a hacer parte de nuestro menú desde que vivimos en Brasil. Siempre pensé que era un plato muy complicado. Ya saben que yo no soy chef. Soy una cocinera netamente empírica, así que a medida que me fuí sintiendo más cómoda y segura en la cocina, fue incorporando nuevos platos en nuestra rutina diaria.
Aprendí a hacerlos al mismo tiempo que aprendí a hacer nuestros propios caldos pues estos son importantísimos para un buen risotto. Son su base principal y a partir de ellos puedes empezar a dejar tu imaginación volar!
Quien me enseño? Resulta que en la época que vivimos en Brasil yo todavía era una fervorosa jugadora de tenis. Llegamos a vivir a Sao Paulo. Lo principal era encontrar una casa, el colegio para los niños y un lugar en donde yo pudiera seguir jugando tenis. Lo demás vendría por añadidura.
Si había sobrevivido dejar Colombia y mudarnos a USA, esta segunda mudanza iba a ser más fácil. Los niños estaban más grandecitos, irían a la escuela Americana de manera que el idioma no seria un problema, el Portugués no parecía tan complicado, volveríamos a tener ayuda en casa, en fin. Todo estaría bien.
Mi esposo seguía trabajando para la misma compañía de siempre y sólo cambiaba de puesto y de lugar, así que para él todo este proceso de adaptación era generalmente más rápido y fácil. En realidad fue relativamente fácil para los cinco llegar a Brasil.
Una vez estuvieron todos ubicados y en rutina, entré a una academia de tenis en donde conocí personas que hasta hoy hacen parte de mi vida. Jugábamos en un ambiente espectacular con profesores muy buenos y con un grupo de señoras espectacular.
Uno de los profesores era un gran cocinero. En festivales, campeonatos e interclubes, era él quien se encargaba de la cocina para atender a las jugadoras visitantes.
Fue él quien nos enseñó a todas a hacer risottos y junto a los demás profesores y dueños de la academia, fueron mi gran apoyo cuando, a través del tenis, empecé a recaudar dinero para una obra social a la que las mujeres expatriadas ayudamos por muchos años. Entre otras actividades, hacíamos clínicas de tenis para jugadoras de todos los niveles, cobrábamos un dinero por la clase, las horas de juego y el almuerzo, y donábamos los fondos recaudados a un hogar de niños.
Esos almuerzos eran generalmente risottos, los mejores risottos y de muchos sabores. Esa obra social llenó mi corazón de alegría y es uno de los recuerdos más lindos que me traje de Brasil.
Les garantizo que es mucho más fácil de hacer un risotto que explicar la receta. No se asusten! Aquí voy:
INGREDIENTES
(para 5 personas)
1 cebolla cabezona mediana
2 pocillos de arroz para risotto (arroz arboreo)
5 tazas de caldo de pollo o vegetales
4 tazas de champiñones
½ vaso de vino blanco
1 taza de queso parmesano rallado
3 cucharadas de aceite
1 cubo de mantequilla
1 puñado de perejil picado
Sal y pimienta
PREPARACIÓN
- Cortar la cebolla en pedazos muy pequeños o rallarla. Reservar
- Cortar los champiñones y sofreirlos en un poco de aceite y un poco de mantequilla.
- Reservar los champiñones y el agua que ellos sueltan.
- Calentar el caldo y mantenerlo caliente al lado de la olla donde se va a preparar el risotto.
- En una olla mediana, calentar el aceite y la mantequilla y sofreir la cebolla hasta que esté transparente (no dejarla dorar).
- Incorporar el arroz y dorar por unos segundos revolviendo. Agregar el vino blanco y continuar revolviendo hasta que se evapore un poco.
- Empezar a agregar cucharadones (con los que sirves la sopa) del caldo a la olla donde estas haciendo el risotto. Revolver constantemente con el fogón a fuego medio.
- Licuar un pocillo de los champiñones que tienes sofritos, con el liquido que soltaron y media taza del caldo. Agregarselo a la olla del risotto. Esto le da el tono marrón que me encanta! Si quieres que te quede blanco, ignora este paso.
- Continuar agregando caldo cada vez que se empieza a secar y continuar revolviendo. El arroz empieza a crecer a medida que vamos agregando caldo. Seguir con este proceso hasta ver/probar que el arroz está en el punto necesario. Mas o menos 15 minutos. Este debe quedar como la pasta, al dente, es decir, un poquito duro. Agregar sal y pimienta y probar.
- Cuando el arroz esté casi listo, dejar de agregar caldo, apagar el fuego, agregar el resto de champiñones picados, el perejil y el queso parmesano. Revolver, revisar sal, tapar y dejarlo uno minutos. Servir con queso parmesano rallado por encima de cada plato.
- Las recetas de risottos tienen muchísima mantequilla en todo el proceso. En #CasaTiz sólo usamos un pedacito al principio y nada más. Buen provecho!
3 comments
Super. La estaba esperando!! Gracias
Te quedará delicioso!
Gracias por compartir todo esto con nosotros CasaTiz!! Estaba esperando un montón esta receta.