Dios! Hace años no sacaba el tiempo para hacer esto que me gusta tanto. Escribirles las recetas con más calma, más detalle y continuar con nuestra historia.
Íbamos en que llegamos a Brasil, estábamos viviendo en hotel, explorando durante el día, aprendiendo Portugues y maravillados con todo! http://www.casatiz.com/feijoada
Sao Paulo en ese entonces, año 2004 que llegamos nosotros, manejaba un número impresionante de Ex patriados. Así nos llamamos las personas y/o familias que dejamos nuestro país de origen temporalmente por motivos de trabajo o estudio.
Esa palabra empezará a jugar un papel muy importante en nuestra historia. Durante los 7 años en Estados Unidos conocimos y dejamos grandes amigos tanto locales como extranjeros, pero fue en Sao Paulo que vivimos una oleada hermosa de amigos de todas partes, incluyendo locales y Colombianos. El número de familias expatriadas en Sao Paulo era casi proporcional a su tamaño. Es decir, enorme!
Tantas familias y tantas personas en este mismo plan de adaptarse, de conocer, de soledad, de inseguridad, de miedo, de nostalgia, combinadas con las ganas de explorar y comenzar la nueva vida, facilitan muchísimo hacer amigos. Me atrevería a asegurar que, en muchas ocasiones, se hace uno amigo de personas que en circunstancias diferentes nunca conocerías, nunca te les acercarías…ni ellos a ti. Pero así es la magia del mundo ex patriado!
Por parte de las empresas el esquema para buscar colegio, casa y demás estaba super organizado. Los barrios en donde “debiamos” vivir, las escuelas a donde debian ir nuestros hijos, los clubes a los que debiamos pertenecer, los carros que debiamos tener, la ayuda en casa que nos podían ofrecer…todo!
A veces me sentía medio ahogada con tanta ayuda y tantas personas queriendo solucionar tantas cosas pues estábamos acostumbrados a salir adelante solitos. Pero así era y así jugamos el juego.
El colegio era la primera herramienta para empezar a conocer gente, especialmente si ibas a un colegio Americano. Y la pasada a vivir en lo que sería nuestro nuevo hogar era clave para empezar nuestra nueva vida.
Salimos del hotel una semana después de haber llegado definitivamente a Sao Paulo. Mientras nos llegaba todo el trasteo desde Estados Unidos con todos nuestros “corotos” que de Colombia habían salido hacía siete años, rentamos lo básico para vivir.
Primera vez que nuestros hijos vivirían en apartamento. Estaban fascinados con la idea de un elevador. No solo uno. Dos! En Sao Paulo se acostumbra tener elevador para la parte de servicio, para bajar subir el mercado, para emergencias, para subir el trasteo, para todo lo que era servicios.
La altura de los edificios también era nueva para todos. Vivíamos en un piso 23 con una vista muy linda no solo de la ciudad sino de un parque que teníamos a una cuadra. El colegio de los niños nos quedaba cerca y la oficina a #DonCasaTiz literal le quedaba al frente…solo que había que atravesar un río y eso podría tomar…horas!
De Colombia habíamos salido 5, de Estados Unidos salimos 5 y a Brasil llegamos 5. Lo aclaro porque en este mundo ex patriado muchas personas deciden trasladarse no sólo con sus muebles sino con sus empleados de confianza a las cuales les tramitan visas y seguros de salud. Ellos se van convirtiendo en otro mundo expatriado muy interesante y a veces fascinante, aprendiendo muchas veces el idioma mejor que sus patrones y conociendo el amor de sus vidas en este nuevo país en donde generalmente se quedan para siempre.
A pesar de que veníamos de no tener ayuda en casa, volver a tener empleada me parecía una idea buenísima. Había sido muy feliz en los últimos años habiendome dedicado cien por ciento a los Los #HijitosCasaTiz que en este momento tenían, 10, 8 y 6 años, pero les confieso que me sentía cansada y lista para un cambio.
Ese cambio incluía volver a tener ayuda en casa, que #DonCasaTiz y yo pudiéramos ser más espontáneos al momento de planear ( o no) las salidas a cine, a comer, a algún viaje los dos, sintiéndonos tranquilos de dejar a los niños con alguien que conociéramos y viviera con nosotros la mayoría del tiempo. Y sin lugar a dudas uno de los mejores y mayores cambios, con el que todos ganaríamos, era tener más tiempo a #DonCasaTiz en casa.
Él siempre había tenido trabajos en los que tenía que viajar muchísimo y muy lejos. Ahora tendría una responsabilidad dentro de ese gran país que era Brasil y si bien los viajes seguirían, era solo dentro del país y ocasionalmente afuera. Una delicia!
Ya instalados en el apartamento y tras una pregunta a uno de los porteros del edificio, llegó a nuestras vidas Maria Aparecida, CIDA, como le dicen a las personas que se llaman así en Brasil. Y con ella toda la alegría, el sabor y el amor de una raza que amamos.
Yo estaba absolutamente fascinada con la llegada de Cida a la casa. No le entendía mucho. En otra historia por aquí les conté que una cosa es lo que uno cree del Portugués y otra muy distinta lo que es realmente cuando se vive allí http://www.casatiz.com/feijoada Pero nos entendimos de maravilla. Era super servicial, muy alegre y una cocinera maravillosa.
Yo no podía creer el tiempo que me sobraba para todo. Los niños se dedicaban a estudiar y adaptarse al nuevo colegio, #DonCasaTiz a trabajar y yo a dar vueltas y re vueltas en ese maravilloso monstruo de ciudad, a perderme, a tomar clases de portugués, a continuar jugando tenis, a conocer.
Con Cida conocimos la delicia de la comida casera y gracias a ella, el primer año, subimos varios kilos de peso pues hacía las tortas más deliciosas del mundo, de todos los sabores, texturas y colores. De su mano a prendí a hacer varios platos y ningún postre. Ya saben que ese no es mi fuerte.
Y así llegó uno de los platos tipicos de la gastronomía Brasilera: el stronganoff que puede ser de carne o de pollo y aquí les dejo la receta de este último.
STROGANOF DE POLLO:
INGREDIENTES
Para 5 personas
3 pechugas de pollo sin hueso y sin piel
1 bandeja mediana de champiñones tajados
1 chorrito de brandy o coñac
2 cucharadas de salsa para carnes
4 cucharadas soperas de ketchup
1 lata de crema de leche
½ cucharada de mostaza
Sal y pimienta
PREPARACION:
- Partir el pollo en cubos tamaño bocado
- En un caldero sofreirlos en un par de cucharadas de aceite de tu preferencia
- Agregas los champiñones y continuas sofriendo y revolviendo
- Agregas el coñac o el brandy, dejas evaporar unos minutos
- Agregas la salsa de carne, y los demas ingredientes, revuelves bien, pones el fuego en medio y dejas por unos 15-20 minutos sin dejar secar la salsa.
Sirves con arroz blanco y fosforitos de papa. Buen provecho!